Un estudio reciente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) encendió una señal de alerta ambiental al confirmar la presencia de residuos de medicamentos en cursos de agua que desembocan en el Río de la Plata. Entre las sustancias detectadas se encuentran ibuprofeno, paracetamol, sildenafil (Viagra), carbamazepina y atenolol, fármacos de uso extendido en la población.

La investigación fue desarrollada por un equipo del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIM), dependiente del CONICET, en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y analizó ríos y arroyos de las cuencas del Luján, Reconquista y Matanza-Riachuelo, además de los arroyos Del Gato, Maldonado y El Pescado.

Las muestras se tomaron en áreas urbanas y rurales de los municipios de La Plata, Berisso, Ensenada y Magdalena, lo que permitió comparar el impacto de la densidad poblacional y la infraestructura sanitaria sobre la calidad del agua superficial.

Un trabajo inédito para la región

El estudio fue publicado en la revista científica Environmental Toxicology and Chemistry y constituye el relevamiento más amplio realizado hasta el momento en la región, tanto por la cantidad de sustancias analizadas como por la extensión geográfica del muestreo.

Los resultados muestran una relación directa entre el grado de urbanización y la concentración de fármacos: mientras que en zonas rurales se detectaron en promedio dos o tres compuestos, en áreas urbanas se encontraron todos los medicamentos buscados.

Qué fármacos se encontraron

Entre las sustancias detectadas en el agua se destacan:

• Carbamazepina, utilizada como antiepiléptico

• Paracetamol e ibuprofeno, analgésicos y antiinflamatorios de uso masivo

• Atenolol, indicado para hipertensión y arritmias

• Sildenafil (Viagra), empleado para la disfunción eréctil

Los investigadores también observaron patrones estacionales en la contaminación: el sildenafil mostró mayores concentraciones durante el verano, mientras que los medicamentos asociados a afecciones respiratorias aumentaron en invierno.

Un problema ligado al consumo y al tratamiento de residuos

Según el equipo científico, la presencia de estos fármacos refleja tanto los hábitos de consumo de la población como las limitaciones de los sistemas de tratamiento de efluentes, que no siempre logran eliminar completamente estos compuestos antes de que lleguen a ríos y arroyos.

El estudio advierte que, aunque las concentraciones detectadas sean bajas, la exposición crónica de los ecosistemas acuáticos a mezclas de medicamentos puede generar efectos aún poco conocidos sobre la fauna y la calidad ambiental.